miércoles, 5 de junio de 2019

Equilibrio Somático para Gerentes de proyecto – Líderes de cambio




Hace algunos años cuando me certifiqué como Coach, me presentaron el concepto de equilibrio somático como el equilibrio entre cuatro elementos que lo hacen completo: cuerpo, mente, emoción y espíritu. Posteriormente he encontrado otras definiciones similares y algunas distintas.

Rastreando los orígenes etimológicos de la palabra somático encontramos que la palabra proviene de dos términos del lenguaje griego. El sustantivo Soma, que significa cuerpo y el sufijo -tico que es equivalente a relativo a.  En otras palabras, somático es lo relativo al cuerpo.

Los trastornos psicosomáticos por su parte son aquellos procesos psíquicos que tienen influencia y efectos en lo somático. Esto quiere decir que ciertos síntomas somáticos (con evidencia corporal) pueden tener su origen en procesos emocionales.


En los tiempos actuales con la complejidad creciente de los proyectos, los gerentes de proyecto, así como los miembros del equipo e incluso el patrocinador enfrentan situaciones de estrés y conflictos con mucha frecuencia. Adicionalmente, es un hecho que nadie logra un cambio significativo sin ganarse algunos “enemigos”. El no controlar adecuadamente estas situaciones lleva a reducción de la productividad, ausentismo, entre otros problemas que afectan los objetivos del proyecto.

En este contexto, todo profesional, pero en particular aquellos con mayores responsabilidades y desafíos requieren mantener un equilibrio entre los cuatro elementos. Una variación en uno de ellos puede afectar a cualquiera de los otros, reduciendo la capacidad de hacer frente a situaciones complicadas.

Empecemos por el cuerpo. Todos necesitamos cuidar de nuestra salud, lo cual cómo mínimo debería incluir un chequeo médico anual, alimentarse bien y hacer ejercicio. Muchas veces bajo la presión de tener muchas cosas pendientes terminamos teniendo una vida sedentaria, la cual eventualmente causa que tengamos menor energía y nos cueste más cumplir con nuestras tareas. La verdad es que personalmente nunca me consideré un deportista, pero si alguien a quien le gustan los retos. Hace algunos años me planteé el reto de empezar a salir a correr. Al inicio no podía correr ni un par de cuadras. Ahora puedo llegar a correr 10 Km y cuando todos se enferman en casa mi sistema inmunológico se resiste a enfermarse. Fuera de gozar de una mejor salud, el ejercicio es también una buena forma de controlar el estrés.

En el tema de las emociones, las emociones positivas nos dan fuerza para continua, mientras que las emociones negativas reducen nuestra energía y capacidad. Por lo tanto, es importante saber identificar y controlar nuestras emociones. Citando a Daniel Goleman las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender otra cosa.  De hecho, si han tenido la experiencia de conocer a una persona que haya estado gravemente enferma y se haya recuperado probablemente descubrirán que su estado de ánimo tuvo algo que ver con su posibilidad de recuperación.  Por el contrario, cuando el cuerpo es dominado por emociones negativas, las defensas naturales dejan de luchar. Es como un ejército que baja las armas al ver caer a su líder.

De la misma forma probablemente hayan observado que resolver problemas en los proyectos es mucho más fácil cuando estás rodeado por personas positivas y que no es recomendable tomar decisiones importantes cuando se está molesto por algo.  Recuerden que, si no se controlan adecuadamente las emociones, “la emoción suele ganarle a la razón”
En el tema de la mente. Como profesionales sabemos que debemos mantenernos siempre actualizados y eso implica leer, asistir a eventos y aprender de las experiencias de otros, entre otras cosas. Esto nos permite plantear mejores soluciones y ser por tanto más eficaces.  Sin embargo, si somos dominados por emociones negativas, la predisposición para seguir aprendiendo o pensado en forma lógica disminuye y si alguna vez han intentado estudiar o elaborar un trabajo importante sintiéndose enfermos, entenderán que el estado físico (cuerpo) también afecta la capacidad de pensar claramente.  

En cuanto al espíritu, conectarnos con la naturaleza y alejarnos de la vorágine del trabajo, hacer meditación, yoga o si eres una persona religiosa darte un tiempo para orar, ayuda también a mantener los otros elementos en equilibrio.  Aunque esto puede hacerse unos minutos al día, las vacaciones son también una oportunidad importante para encontrar el equilibrio.

En resumen, los cuatro elementos están relacionados entre sí y afectan nuestra capacidad de tomar decisiones y cumplir con nuestras funciones. En ese sentido descuidar alguna de las 4 puede afectar nuestro potencial como gerentes, líderes de cambio o profesionales en general y más aún sería importante que sepamos identificar cuando uno de nuestros colaboradores enfrenta problemas por temas de salud, conocimiento o estado emocional. En ocasiones es importante que el gerente reconozca cuando un colaborador necesita un descanso físico o mental.