jueves, 14 de febrero de 2019

¿Certificar o no? He ahí el dilema



A lo largo de los años he escuchado mucho acerca del tema de las certificaciones profesionales y quiero compartir algunas reflexiones sobre el tema remarcando algunas frases que considero deberían evitarse:

1)      Mi meta es la certificación
Es por supuesto válido  querer obtener una certificación por  un interés personal o una necesidad profesional, pero la certificación es una métrica, lo que realmente importa es estar en la capacidad de hacer las cosas.

2)      Para certificarme sólo necesito un curso de “x” horas:   
Las certificaciones pueden o no incluir la necesidad de un curso formal sobre el tema, pero estos cursos pueden tener dos enfoques:

a) Prepararte para pasar el examen. El objetivo principal de este curso es que pases un examen y  bajo ese enfoque el resultado esperado es que apruebes el examen, pero no te preparan para lo que viene después. Algo similar ocurre por ejemplo con muchas  Academias Pre Universitarias y los que hayan pasado por la experiencia seguro entenderán a lo que me refiero.        

b) Ayudarte en tu desarrollo profesional, y al mismo tiempo te brindan las herramientas necesarias para pasar el examen.  Este es un enfoque de formación, cuyo objetivo va más allá de pasar el examen y que en lo personal considero se enfoca en generar valor para el profesional y en esa línea ayuda también a mejorar la profesión, sea cual fuera.

3)      Con la certificación es suficiente: 
El obtener la certificación es un logro y como tal debe celebrarse, pero solo es el inicio. En el mundo en que vivimos el cambio es permanente y no existe ninguna profesión en que no haya cambios. El caso de la tecnología merece una mención especial por la velocidad con la que cambia la tecnología actualmente.  Esto motiva a que las certificaciones deban tener fecha de expiración o requieran actividades de formación continua para mantenerlas.

4)      Entre dos profesionales el  que tiene la certificación es mejor
En definitiva  podemos encontrar muchos casos en que esta afirmación es completamente errónea. Imagínense el caso del profesional que tiene 15 años trabajando en proyectos complejos con buenos resultados, pero nunca le interesó la certificación vs el joven ambicioso que acaba de obtener su certificación. Ambos compitiendo por dirigir un proyecto estratégico de la compañía.  ¿Cuál de los dos elegirían? Pienso que la mayoría optaría por el que tiene más experiencia.  En un segundo caso tenemos dos jóvenes con los mismos años de experiencia pero uno cuenta con la certificación. Aun en este caso no podemos garantizar que el que tiene la certificación sea mejor que el otro, pero en muchos casos optaríamos por elegirlo entre ambos.

5)      La certificación me garantiza un mejor trabajo o un mejor sueldo
En perspectiva esto puede ser mayormente cierto, pero el grado de mejora dependerá que esa certificación vaya acompañada de la experiencia, expertise y otras cualidades. Muchas organizaciones realizan estudios para evaluar si luego de obtener la certificación hubo una mejora en el puesto o salario de los profesionales. Lo cierto es que esta relación causa efecto (certificación- mejora) va de la mano con otras aptitudes de la persona entre las que cabe resaltar sus habilidades interpersonales.

6)      Los requisitos para la certificación permiten estar seguros de la calidad del profesional.
Muchas organizaciones exigen como parte de sus procesos de certificación  que  el postulante cuente con una cierta cantidad de tiempo de experiencia en el tema específico de la certificación.  Esto es muy bueno y altamente deseable, de otro modo debe quedar claro que la certificación solo  midiera conocimientos.  Muchas de estas organizaciones adicionalmente tienen procesos de auditoria para verificar total o en forma aleatoria si se cumplen realmente con los requisitos. Lo cierto es que lamentablemente es posible evadir el proceso, ya sea mintiendo o sujeto a interpretaciones del requisito. En otras palabras los procesos de certificación buscan aumentar la credibilidad  de la certificación, pero siempre es posible encontrar alguien que logró obtener la certificación sin contar realmente con el perfil esperado.

¿Entonces es bueno certificarme?
La respuesta  es SI
¿Contratar personas con certificaciones profesionales es bueno?
La respuesta  también es SI.

¿Si ya tengo amplia experiencia debería certificarme?
Creo que aquí podemos tener diferentes posiciones, pero mi perspectiva sería ¿y por qué no? Puedes tomarlo como un reto personal, una muestra de lo que ya sabías eras capaz y más importante, el proceso probablemente te ayude a recordar algunas cosas que creías olvidadas, formalizar la forma en que se podrían hacer las cosas y tal vez hasta te puedas llevar una sorpresa y aprender algo nuevo.  

En lo personal tengo varias certificaciones profesionales que considero relevantes para mi profesión, y es imposible negar que se ven muy bien en un Currículum Vitae, pero lo más importante es que a nivel personal creo que cada una de ellas me ayudó a ser un mejor profesional y esto porque en casi todos los casos tuve la suerte de tener instructores interesados en la formación, más que en la certificación. Este es el punto clave, la certificación es un elemento más dentro de un proceso de Formación (Aprendizaje) que nunca termina y esto es lo que finalmente me lleva a mi objetivo actual de apoyar a las organizaciones y  las personas a ser mejores.