Estando a pocos días de recibir un nuevo año es un tiempo propicio para reflexionar sobre las cosas que nos pasaron durante estos 12 meses y definir objetivos para el siguiente año.
En este contexto empecé a pensar algunas ideas que quería compartir.
El ser humano está biológicamente predestinado a cambiar.
Nadie es igual a cómo era hace unos días y mucho menos hace unos años. Vivimos
en permanente cambio y en estos dos años que hemos tenido que enfrentar la
pandemia del COVID 19, la velocidad de los cambios se ha visto incrementada aún
más y es iluso pensar que la “Nueva normalidad” será igual a como vivíamos antes
de la pandemia.
Empezar un nuevo trabajo, mudarse a otro país, empezar una
familia, todos son cambios importantes que podemos afrontar pensando en las
cosas buenas que puede traer el cambio., pero la teoría de gestión del cambio
nos dice que la percepción de la pérdida siempre está presente.
Lo que quiero llamar la atención en este caso en que en estos
procesos de cambio podríamos perder de vista cuando, no solo cambiamos nuestras
conductas, sino nuestra forma de ser.
En las películas y en la vida real seguramente hemos escuchado
frases como
“El poder lo corrompió”
“Antes de tener dinero se preocupaba
por los demás”
“No es la persona con la que me
casé”
Todas estas frases reflejan algo que una vez que forma parte
de nuestra vida no debería cambiar y que podemos resumir en una sola palabra “Valores”
Cada persona es diferente y eso no nos hace ser mejores o peores
que los demás. La teoría de la conciencia de relaciones del Doctor Elías Porter
establece que la motivación interna de una persona no cambia a menos que ocurra
un hecho muy significativo en su vida, pero a pesar que estos hechos tengan la
fuerza para cambiarnos, el cerebro consciente sigue estando a cargo de tomar las
decisiones y esa percepción de pérdida que mencionaba líneas atrás en este caso
puede ser positiva si nos ayuda a recordar esos valores que deberían guiar
nuestras acciones y pensar en lo que perdemos si los dejamos de lado (familia,
amigos, y en general lo que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos)
Quiero desearles a todos un feliz año nuevo y mucho éxito en
su vida profesional y personal. Los animo a plantearse objetivos para el año
venidero y próximos años y a pensar en lo nuevo que desean hacer, en lo que desean
hacer diferente y en lo que desean dejar de hacer, pero al mismo tiempo siempre
reflexionar en la idea con que inicié este post “Cambiar las cosas que hacemos es
una necesidad, pero cambiar quiénes somos (nuestros valores) siempre será un error”
Feliz año 2022
Mis mejores deseos para ustedes y seguiremos compartiendo experiencias el próximo año.