A lo largo de los años he
escuchado mucho acerca del tema de las certificaciones profesionales y quiero
compartir algunas reflexiones sobre el tema remarcando algunas frases que
considero deberían evitarse:
1)
Mi meta es la certificación
Es por supuesto válido querer obtener una certificación por un interés personal o una necesidad
profesional, pero la certificación es una métrica, lo que realmente importa es
estar en la capacidad de hacer las cosas.
2)
Para certificarme sólo necesito un curso de “x”
horas:
Las certificaciones pueden o no incluir la necesidad
de un curso formal sobre el tema, pero estos cursos pueden tener dos enfoques:
a) Prepararte
para pasar el examen. El objetivo principal de este curso es que pases un examen
y bajo ese enfoque el resultado esperado
es que apruebes el examen, pero no te preparan para lo que viene después. Algo
similar ocurre por ejemplo con muchas Academias Pre Universitarias y los que hayan
pasado por la experiencia seguro entenderán a lo que me refiero.
b) Ayudarte
en tu desarrollo profesional, y al mismo tiempo te brindan las herramientas necesarias
para pasar el examen. Este es un enfoque
de formación, cuyo objetivo va más allá de pasar el examen y que en lo personal
considero se enfoca en generar valor para el profesional y en esa línea ayuda también
a mejorar la profesión, sea cual fuera.
3)
Con la certificación es suficiente:
El obtener la certificación es un logro y como tal
debe celebrarse, pero solo es el inicio. En el mundo en que vivimos el cambio
es permanente y no existe ninguna profesión en que no haya cambios. El caso de
la tecnología merece una mención especial por la velocidad con la que cambia la
tecnología actualmente. Esto motiva a
que las certificaciones deban tener fecha de expiración o requieran actividades
de formación continua para mantenerlas.
4)
Entre dos profesionales el que tiene la certificación es mejor
En definitiva
podemos encontrar muchos casos en que esta afirmación es completamente errónea.
Imagínense el caso del profesional que tiene 15 años trabajando en proyectos
complejos con buenos resultados, pero nunca le interesó la certificación vs el joven
ambicioso que acaba de obtener su certificación. Ambos compitiendo por dirigir
un proyecto estratégico de la compañía. ¿Cuál
de los dos elegirían? Pienso que la mayoría optaría por el que tiene más
experiencia. En un segundo caso tenemos
dos jóvenes con los mismos años de experiencia pero uno cuenta con la
certificación. Aun en este caso no podemos garantizar que el que tiene la
certificación sea mejor que el otro, pero en muchos casos optaríamos por
elegirlo entre ambos.
5)
La certificación me garantiza un mejor trabajo o
un mejor sueldo
En perspectiva esto puede ser mayormente cierto, pero
el grado de mejora dependerá que esa certificación vaya acompañada de la
experiencia, expertise y otras cualidades. Muchas organizaciones realizan
estudios para evaluar si luego de obtener la certificación hubo una mejora en
el puesto o salario de los profesionales. Lo cierto es que esta relación causa
efecto (certificación- mejora) va de la mano con otras aptitudes de la persona
entre las que cabe resaltar sus habilidades interpersonales.
6)
Los requisitos para la certificación permiten
estar seguros de la calidad del profesional.
Muchas organizaciones exigen como parte de sus
procesos de certificación que el postulante cuente con una cierta cantidad
de tiempo de experiencia en el tema específico de la certificación. Esto es muy bueno y altamente deseable, de
otro modo debe quedar claro que la certificación solo midiera conocimientos. Muchas de estas organizaciones adicionalmente
tienen procesos de auditoria para verificar total o en forma aleatoria si se
cumplen realmente con los requisitos. Lo cierto es que lamentablemente es posible
evadir el proceso, ya sea mintiendo o sujeto a interpretaciones del requisito. En
otras palabras los procesos de certificación buscan aumentar la credibilidad de la certificación, pero siempre es posible
encontrar alguien que logró obtener la certificación sin contar realmente con
el perfil esperado.
¿Entonces es bueno certificarme?
La respuesta es
SI
¿Contratar personas con certificaciones profesionales
es bueno?
La respuesta también es SI.
¿Si ya tengo amplia experiencia debería certificarme?
Creo que aquí podemos tener diferentes posiciones,
pero mi perspectiva sería ¿y por qué no? Puedes tomarlo como un reto personal,
una muestra de lo que ya sabías eras capaz y más importante, el proceso probablemente
te ayude a recordar algunas cosas que creías olvidadas, formalizar la forma en
que se podrían hacer las cosas y tal vez hasta te puedas llevar una sorpresa y
aprender algo nuevo.
En lo personal tengo varias certificaciones
profesionales que considero relevantes para mi profesión, y es imposible negar
que se ven muy bien en un Currículum Vitae, pero lo más importante es que a
nivel personal creo que cada una de ellas me ayudó a ser un mejor profesional y
esto porque en casi todos los casos tuve la suerte de tener instructores interesados
en la formación, más que en la certificación. Este es el punto clave, la certificación es un elemento más dentro de un proceso de Formación (Aprendizaje) que nunca termina y esto es lo que finalmente me lleva a mi
objetivo actual de apoyar a las organizaciones y las personas a ser mejores.